Un equipo de investigadores de la Universidad de Florida Central ha creado una pintura ecológica que imita la capacidad de la naturaleza para reflejar la luz y crear colores vivos sin absorber el calor.
La investigación del equipo explora el color estructural y cómo las personas podrían usarlo para vivir más fresco en un mundo que se calienta rápidamente.
Los colores estructurales se crean a partir de la disposición de materiales incoloros para reflejar la luz de ciertas maneras, en lugar de la pigmentación tradicional utilizada en las pinturas actuales.
La pintura ecológica no absorbe ninguna luz infrarroja, lo que significa que en un clima que se calienta rápidamente, esta pintura podría ayudar a las comunidades a mantenerse frescas.
El equipo de investigación encontró que la pintura estructural mantenía las superficies de 20 a 30 grados más frías que las pinturas comerciales.
Además, los colores brillantes y hermosos de la pintura ecológica se logran mediante la flexión y el reflejo de la luz, lo que significa que algunos de los colores más brillantes de la naturaleza no están pigmentados en absoluto, como los colores de las plumas de pavo real.
El equipo también encontró que los pigmentos tradicionales utilizados para crear pinturas vívidas son materiales tóxicos que contaminan la naturaleza y nuestro hábitat.
La investigación tiene el potencial de ser una herramienta importante para combatir el aumento de las temperaturas causadas por el calentamiento global y permitir que las personas vivan en un mundo brillante y colorido sin tener que comprometer el medio ambiente.
Este proyecto liderado por el científico Debashis Chanda y sus colaboradores, desarrollaron esta pintura ecológica imitando la capacidad del medio ambiente para reflejar los colores, esto se logra mediante la disposición de materiales incoloros para reflejar la luz de ciertas maneras.
¿Cómo se adquirió la pintura ecológica?
La investigación de Chanda explora cómo las personas podrían usar estos colores estructurales para vivir más frescos en un mundo que se calienta rápidamente.
La pintura convencional se produce a partir de pigmentos que se muelen y se mezclan con un aglutinante para crear el color deseado. Sin embargo, algunos colores de la naturaleza son difíciles de reproducir con pigmentos, como el verde de las plumas de los pavos reales o el azul de las alas de las mariposas, que se logran a través de la estructura en lugar del pigmento.
La investigación de Chanda comenzó con su fascinación por los colores naturales y cómo se obtienen en la naturaleza, se centró en la creación de pintura estructural no tóxica que imita estos colores.
En lugar de utilizar metales pesados y otras moléculas orgánicas sintéticas tóxicas para crear pinturas vívidas, su equipo utilizó nanotecnología para diseñar materiales incoloros reflejando la luz de manera similar a los colores estructurales del medio ambiente.
La pintura ecológica también tiene la ventaja de no absorber la luz infrarroja, lo que significa que no absorbe el calor como lo hacen las pinturas tradicionales.
La luz infrarroja es la razón por la que las superficies oscuras, como los autos negros o el asfalto, se calientan en los días soleados. Cuanto más oscuro es el color, más puede absorber la superficie coloreada con él.
Un avance en la lucha del cambio climático
Esta pintura estructural, en cambio, refleja toda la luz infrarroja y mantiene las superficies más frescas en climas cálidos.
El equipo de Chanda probó el impacto de esta pintura en la temperatura de los edificios cubiertos de pintura estructural como resultado fue mantener las superficies de 20 a 30 grados más frescas que las pinturas comerciales.
Sus características principales radican en lo nulo toxicas, imita los colores vivos y brillantes y al mismo tiempo es practica para el uso en materiales de construcción.
Con información de Kwbu.org.
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