Después de un largo proceso que se prolongó por 21 meses, Microsoft finalmente ha obtenido la aprobación para adquirir la gigante empresa de videojuegos Activision Blizzard, en un acuerdo que asciende a 68.7 millones de dólares.
Pero esta transacción estuvo marcada por una prolongada lucha antimonopolio y una serie de restricciones.
La Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) del Reino Unido desempeñó un papel fundamental en la reestructuración del acuerdo, preocupada por el potencial dominio de Microsoft en el mercado de juegos en la nube.
Finalmente, se aceptó una propuesta reestructurada que abordó estas preocupaciones.
La concesión más destacada en esta reestructuración se centra en los derechos de transmisión en la nube de Activision.
En lugar de que Microsoft adquiera estos derechos, se decidió que Ubisoft, la empresa francesa de videojuegos, los obtendría. Ubisoft tendrá los derechos de transmisión en la nube de Activision para todos los juegos de PC y consolas durante los próximos 15 años, pero esta concesión se aplica solo a los mercados fuera del Espacio Económico Europeo (EEE).
Dentro del EEE, Ubisoft obtendrá una “licencia no exclusiva para vender, distribuir y sublicenciar derechos para jugar versiones de transmisión en la nube de los juegos de Activision”. Esto significa que Microsoft aún tendrá acceso a los derechos de transmisión en la nube de los juegos de Activision en Europa.
Sarah Cardell, directora ejecutiva de CMA, declaró: “Con la venta de los derechos de transmisión en la nube de Activision a Ubisoft, nos hemos asegurado de que Microsoft no pueda tener un dominio absoluto sobre este mercado importante y de rápido desarrollo.
A medida que crezcan los juegos en la nube, esta intervención garantizará que las personas obtengan precios más competitivos, mejores servicios y más opciones. Somos la única agencia de competencia a nivel mundial que ha logrado este resultado.”
Breve historia de la adquisición de Microsoft de Activision
El anuncio de Microsoft sobre su intención de comprar Activision se hizo por primera vez en enero de 2022, en un acuerdo valorado en 68.7 millones de dólares.
Esto convertiría a Microsoft en la tercera compañía de juegos más grande del mundo en términos de ingresos, solo detrás de Tencent y Sony. Esto le daría el control sobre franquicias icónicas como World of Warcraft y Call of Duty.
A pesar de la aprobación de la Comisión Europea (CE) con algunas condiciones y la incapacidad de la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos para bloquear el acuerdo, el Reino Unido mantuvo su postura en su lucha por evitar la adquisición.
En abril, la CMA concluyó que el acuerdo “debilitaría sustancialmente la competencia” y crearía “… el operador más potente” en el mercado de los juegos en la nube.
La CMA argumentó que la ventaja de mercado de Microsoft en los juegos en la nube se debía a la proliferación de Windows y su negocio de “infraestructura en la nube significativa”, lo que le permitiría aprovechar una cuota de mercado que ya se sitúa entre el 60 y el 70%.
Es importante destacar que Microsoft llegó a varios acuerdos para mantener los juegos de Activision en plataformas rivales, incluidas Nintendo, Sony y Steam durante un período de 10 años.
Sin embargo la CMA afirmó que las propuestas de Microsoft no podían reemplazar el actual “dinamismo competitivo” en el mercado.
La lucha antimonopolio ha llegado a su fin, y Microsoft finalmente ha logrado concretar esta adquisición, aunque con importantes restricciones.
Con información de TechCrunch.
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