Un equipo de investigadores en China ha creado estructuras similares a embriones de macaco utilizando células madre y las ha implantado en monos hembra con el objetivo de establecer embarazos.
La técnica, que implica el uso de células madre en lugar de espermatozoides y óvulos, podría ofrecer pistas sobre cómo surgen enfermedades, defectos de nacimiento y abortos espontáneos, sin las preocupaciones éticas planteadas por el uso de embriones reales.
Aunque otros investigadores han creado embriones “sintéticos” antes, es la primera vez que alguien lo hace con monos, animales estrechamente relacionados con los humanos, y ha tratado de implantarlos en el útero.
Los autores del estudio aislaron células madre de embriones de mono que tenían solo unos días de edad. Las células madre tienen el potencial de convertirse en todos y cada uno de los tipos de células del cuerpo y se pueden utilizar para reconstituir algo que se asemeja a un embrión.
Después de colocar estas células en platos de laboratorio, los investigadores las expusieron a un cóctel de nutrientes y moléculas para persuadirlas a convertirse en diferentes tipos de células que se encuentran en un embrión.
Las estructuras embrionarias resultantes se parecían a los blastocistos, la etapa temprana de un embrión, en los días 8 y 9 de desarrollo y también comenzaron a formar arreglos que parecían un saco vitelino. Los científicos tomaron algunas de estas bolas de células similares a embriones y las transfirieron a los úteros de ocho monos hembras.
En tres, las estructuras se implantaron en el revestimiento del útero, el primer paso del embarazo. Los autores confirmaron los embarazos con ultrasonido y también detectaron las hormonas progesterona y gonadotropina coriónica, que surgen durante el embarazo.
Las estructuras trasplantadas también formaron sacos gestacionales tempranos, cavidades llenas de líquido que rodean un embrión en desarrollo. Pero los embarazos fueron de corta duración. Estos sacos desaparecieron después de aproximadamente una semana. No se formaron fetos.
Este tipo de experimentos no se han realizado en humanos por cuestiones legales y religiosas
El hecho de que las estructuras no se desarrollaran normalmente sugiere que no son lo mismo que los embriones naturales. Mientras que es fácil formar una estructura que se parece a un blastocisto, las apariencias pueden ser engañosas, según Nicolas Rivron, embriólogo de la Academia Austriaca de Ciencias.
El laboratorio de Rivron fue el primero en crear estas estructuras similares a embriones en 2018. Su equipo demostró que las células madre de ratón pueden autoorganizarse en estructuras que se asemejan a un blastocisto.
Luego, en 2021, varios laboratorios demostraron que podían crear blastoides humanos utilizando células madre. El uso de estas estructuras en investigación podría ofrecer pistas sobre cómo surgen enfermedades, defectos de nacimiento y abortos espontáneos, sin las preocupaciones éticas planteadas por el uso de embriones reales.
Usos de embriones monos realizados a partir de células madre
Por ahora, los científicos quieren usarlos para comprender mejor el embarazo temprano. “Debido a que los monos están estrechamente relacionados con los humanos evolutivamente, esperamos que el estudio de estos modelos profundice nuestra comprensión del desarrollo embrionario humano, incluyendo arrojar luz sobre algunas de las causas de los abortos espontáneos tempranos”, dijo Zhen Liu de la Academia China de Ciencias en Shanghai, uno de los autores del estudio, en un comunicado de prensa.
(El equipo de Liu no respondió a una solicitud de comentarios enviada por correo electrónico al cierre de esta edición).
Aún así, probar esto en un mono es la aproximación más cercana a lo que podría suceder en un humano.
“Esto demuestra que se puede iniciar un embarazo o al menos provocar que el sistema hormonal del macaco piense que está embarazada”, dice Hank Greely, director del Centro de Derecho y Biociencias de la Escuela de Medicina de Stanford. “Dice que hay alguna evidencia de que tal vez podría dar lugar a un mono bebé”.
En su comunicado de prensa, el equipo detrás del nuevo documento reconoce que el trabajo puede ser controvertido. “Los investigadores dijeron que reconocen las preocupaciones éticas que rodean este tipo de investigación, pero enfatizan que todavía hay muchas diferencias entre estas estructuras similares a embriones y los blastocistos naturales”, dice el comunicado.
“Es importante destacar que las estructuras similares a embriones no tienen un potencial de desarrollo completo. Señalan que para que este campo avance es importante tener discusiones entre la comunidad científica y el público”.
Con información de Wired y Ars Technica.
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