La madre de Virginia, April Stringfield, se ha convertido en la propietaria de la primera casa construida con una impresora en 3D de Habitat for Humanity, una organización sin fines de lucro que se dedica a hacer que la propiedad de viviendas sea más accesible.
Gracias a la nueva tecnología de construcción, la casa se construyó en un tiempo récord y se espera que esta innovación ahorre tiempo y dinero en futuros proyectos de la organización.
En los Estados Unidos, la propiedad de viviendas es considerada una de las mejores formas de mejorar la situación económica de las personas, ya que les permite generar equidad y mejorar su historial crediticio.
Los pagos de hipoteca suelen ser más bajos y estables a largo plazo que los alquileres mensuales, y además brindan la ventaja de no tener que preocuparse por contratos de arrendamiento o mudanzas, además de ofrecer más libertad para personalizar el hogar.
Sin embargo, el precio de las viviendas ha aumentado más rápido que los ingresos promedio de los trabajadores en el país, lo que ha hecho que la propiedad de viviendas sea inaccesible para millones de estadounidenses.
Las casas construidas con impresora 3D ayudan a economizar su adquisición
Habitat for Humanity fue fundada en 1976 con el objetivo de hacer que la propiedad de casa sea fácil para aquellos que la necesitan.
Esta organización construye nuevas casas con la ayuda de voluntarios y futuros propietarios, y las vende sin fines de lucro a compradores calificados con bajos a moderados ingresos y excelente historial crediticio.
En lugar de un pago inicial tradicional, se aceptan 300 horas de trabajo voluntario.
La primera casa impresa en 3D de Habitat for Humanity fue construida en colaboración con la empresa Alquist 3D. Utilizando una impresora 3D masiva, se creó la estructura de la casa con hormigón en lugar de los materiales tradicionales como la madera.
Este proceso tomó solo 28 horas, en comparación con las cuatro semanas habituales para construir una casa de Habitat for Humanity, y redujo los costos de construcción en un 15% por pie cuadrado.
La exitosa elaboración de esta casa impresa en 3D ha demostrado los beneficios de la tecnología a Habitat for Humanity, lo que ha despertado el interés de la organización para utilizarla en futuros proyectos.
La capacidad de esta tecnología en el ahorro de costos a largo plazo para los propietarios es una razón adicional para considerar su implementación.
En resumen, la casa impresa en 3D de April Stringfield marca un hito importante para Habitat for Humanity.
La tecnología usada con impresora 3D ofrece la posibilidad de construir una casa de manera más rápida y económica, permitiendo a la organización ayudando en un número significativo de personas a obtener una vivienda asequible y segura.
Con información de freethink.com.
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