Desde al menos 2019, una figura conocida como “LockBitSupp” ha sembrado el caos en el mundo cibernético, extorsionando millones de dólares a sus víctimas a través de ataques de ransomware.
Bajo el nombre de Dmitry Yuryevich Khoroshev, este atacante fue expuesta por las autoridades estadounidenses, ofreciendo una recompensa de 10 millones de dólares por su captura.
El imperio del ransomware
Durante cinco años, Khoroshev y su grupo, LockBit, han orquestado ataques a unas 2.500 víctimas, obteniendo ganancias por encima de los 500 millones de dólares.
Las víctimas, muchas de ellas en Estados Unidos, enfrentaron pérdidas financieras y operativas devastadoras.
Acusaciones y sanciones
La acusación formal contra Khoroshev incluye múltiples cargos, que podrían resultar en una sentencia máxima de 185 años de prisión.
El Departamento del Tesoro de EE. UU. y otros países anunciaron sanciones contra él, mientras que el Departamento de Estado ofrece una recompensa por información que conduzca a su arresto.
Desmantelamiento de LockBit
En una operación conjunta, las agencias de aplicación de la ley desmantelaron la infraestructura de LockBit, arrestando a sospechosos y congelando cuentas vinculadas al grupo.
A pesar de estos golpes, LockBit ha sido un jugador prominente en el mundo del ransomware, operando bajo un modelo de negocio de “ransomware como franquicia”.
LockBitSupp y su identificación dio un gran golpe
La identificación de Khoroshev representa un hito en la lucha contra el cibercrimen, pero también destaca los desafíos continuos que enfrentan las autoridades en la era digital.
Pese a que LockBit sufrió un golpe certero, la amenaza del ransomware persiste, recordándonos la importancia de la vigilancia y la cooperación internacional en la seguridad cibernética.
Con información de Ars Technica.
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