En un giro que podría acercar la computación cuántica a una realidad práctica y comercial, Microsoft, en colaboración con Quantinuum, ha anunciado un importante hallazgo.
El resultado no es otro que la reducción en la propensión a errores de los qubits, la piedra angular de la computación cuántica.
Dicho logro no solo representa un salto técnico considerable sino que también promete acelerar el desarrollo de aplicaciones cuánticas en el mundo real.
Mejora en la estabilidad de los qubits
La base de este hallazgo radica en el desarrollo de qubits que mantienen su estado cuántico de manera más fiable, superando una de las barreras más grandes en la computación cuántica: la estabilidad.
Tradicionalmente, los qubits han sido extremadamente susceptibles a errores debido a su naturaleza inestable, lo que dificulta la realización de cálculos precisos a largo plazo.
A pesar de esto, la colaboración entre Microsoft y Quantinuum ha llevado a la creación de “qubits lógicos”, unidades que mantienen las propiedades cuánticas necesarias para la computación mientras reducen considerablemente la tasa de error.
La nueva era de computación cuántica
Krysta Svore de Microsoft compara este avance con el efecto de los auriculares con cancelación de ruido, permitiendo que los qubits “escuchen” con mayor claridad, libre de interferencias.
El aumento en la fiabilidad de los qubits representa un progreso enorme, moviendo la computación cuántica de una fase experimental a una más cercana a aplicaciones comerciales y prácticas.
La comunidad científica espera que la computación cuántica sea mas real
La comunidad científica recibió con entusiasmo este hito, considerándolo un indicio de futuros descubrimientos que podrían hacer que esta tecnología más accesible y aplicable a problemas del mundo real.
La computación cuántica ya no es ciencia ficción
Con la implementación de esta tecnología en la plataforma Azure Quantum Elements de Microsoft, se abre un abanico de posibilidades para la experimentación científica y la resolución de problemas complejos, desde el modelado de materiales para baterías hasta el desarrollo de modelos de lenguaje de inteligencia artificial más avanzados y conscientes.
Con información de The Verge.
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