El Boston Unity Group (BUG), considerado como el “primer grupo oficial de usuarios de Unity en el mundo”, ha anunciado su disolución después de 13 años de actividad.
Esta decisión se ha tomado debido a lo que describen como una “confianza completamente erosionada” en la compañía Unity Technologies.
El acontecimiento se produce en medio de la controversia generada por los cambios en la estructura de tarifas anunciados por Unity y las reacciones de la comunidad de desarrolladores de juegos.
Desde su fundación en 2010, BUG ha sido un punto de encuentro para miles de miembros que compartían su pasión por Unity y se beneficiaban de reuniones, charlas y eventos de networking.
Pese a ello, el grupo argumenta que la Unity de hoy es muy diferente de la compañía que apoyó su creación bajo el liderazgo de Dave Helgason.
En un comunicado, el liderazgo de BUG expresó su preocupación por el rumbo que ha tomado Unity en los últimos años, alejándose de su enfoque original en la industria de los videojuegos y de su compromiso con las comunidades de desarrolladores.
Señalaron que, tras la Oferta Pública Inicial (OPI) de la compañía, Unity ha priorizado las ganancias a expensas de la funcionalidad y las necesidades de los desarrolladores de juegos.
Uno de los puntos clave de la controversia fue la propuesta inicial de Unity sobre la estructura de tarifas, que fue percibida como hostil por parte de los usuarios.
A pesar de las “nuevas concesiones” en un modelo de precios actualizado, la comunidad argumenta que estas medidas siguen siendo nocivas para los estudios independientes.
El hecho de que se haya necesitado una condena rotunda por parte de la comunidad de desarrolladores para que Unity reconsidere sus cambios ha causado un profundo impacto en la industria.
Opiniones de los desarrolladores sobre Unity
La situación ha llevado a muchos desarrolladores prominentes a expresar su escepticismo sobre el futuro de la relación con Unity.
Por ejemplo, el desarrollador de Vampire Survivors, Poncle, manifestó su falta de confianza en Unity y su renuencia a utilizar su motor en futuros proyectos.
Otro desarrollador conocido, Tony Coculuzzi de InnerSloth (creadores de Among Us), expresó que no se puede confiar en el liderazgo actual de Unity y que temen futuros cambios perjudiciales.
Algunos desarrolladores también sugieren que Unity ignoró el consejo de la comunidad antes de anunciar sus planes iniciales, lo que contribuyó a la falta de confianza.
Brandon Sheffield de Necrosoft Games afirmó que su empresa había rechazado los cambios propuestos en las tarifas mucho antes de que se anunciaran y que Unity no escuchó sus preocupaciones.
La relación entre Unity y su comunidad de desarrolladores continúa siendo un tema de debate en la industria de los videojuegos.
Con información de Ars Technica.
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