Investigadores de la Universidad de California en Berkeley desarrollaron Oz, una técnica que visualiza colores fuera del espectro natural humano al estimular directamente fotorreceptores individuales en la retina.
El método representa un cambio de paradigma en cómo percibimos el color, eludiendo las limitaciones biológicas impuestas por la sensibilidad espectral de los conos L, M y S.
Mediante la estimulación exclusiva de los conos M, se logró generar un color jamás antes experimentado por el ojo humano.
¿Qué es Oz?
Oz consiste en el control célula por célula de la actividad de los conos retinianos mediante microdosis de luz láser, dirigidas con extrema precisión a través de una tecnología que combina óptica adaptativa, tomografía de coherencia óptica y seguimiento ocular de alta velocidad.
El sistema fue capaz de estimular únicamente conos M sin activar sus vecinos L o S, algo imposible en condiciones de visión natural.

El nacimiento de un color inédito: Olo
Los sujetos del experimento describieron el color como un azul verdoso de saturación nunca antes vista.
El fenómeno, nombrado olo, se distingue claramente del color del láser utilizado (verde 543 nm), lo que indica que la percepción resultante no proviene del estímulo físico directo, sino de una configuración inusual de activación neuronal.
Para igualar este tono, los participantes debieron desaturarlo con luz blanca, confirmando que olo supera la gama cromática convencional.
Imágenes y vídeo más allá del espectro conocido
A diferencia de otras investigaciones que activaban uno o dos conos, Oz lo hace a escala poblacional, formando imágenes dinámicas como líneas y puntos que se desplazan sobre un fondo olo.
Bajo condiciones de control, estas imágenes desaparecen, demostrando que la percepción se debe exclusivamente a la estimulación dirigida.
Un horizonte distinto para la ciencia visual
El sistema Oz no solo prueba que es posible expandir el espacio de color humano, sino que establece una plataforma experimental de precisión sin precedentes para estudiar la percepción visual.
Con aplicaciones futuras en neurociencia, realidad aumentada o incluso arte digital, Oz abre la puerta a una era sensorial distinta donde lo invisible puede volverse visible.
Con información de Science.
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