julio 1, 2025

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Adiós al 486: Linux se despide de un clásico

Intel 486
El kernel de Linux dejará de ofrecer soporte al procesador Intel 486, un componente clave en la evolución de las computadoras personales.

El kernel de Linux dejará de ofrecer soporte al procesador Intel 486, un componente clave en la evolución de las computadoras personales.

Más de 36 años después del lanzamiento del 486 y 18 años tras el fin de su fabricación por parte de Intel, los desarrolladores del núcleo consideran que ha llegado el momento de dejarlo atrás.

Ingo Molnar presentó una serie de parches para el kernel 6.15 que eliminan la compatibilidad con esta arquitectura, con el respaldo de Linus Torvalds, quien afirmó que no existe “ninguna razón real para seguir invirtiendo tiempo” en mantenerla.

El 486, símbolo de una generación tecnológica

El procesador 486 fue el primer modelo de Intel que ayudó a muchos usuarios a comprender cómo funcionaba el hardware de sus equipos.

Con velocidades entre 16 y 100 MHz y versiones DX con coprocesador matemático integrado, marcó una etapa crucial en la transición de los sistemas personales.

Su impacto fue tanto técnico como educativo, sirviendo como punto de partida para que muchos se adentraran en el mundo de la informática.

Intel 486

Un cierre para una arquitectura histórica

La decisión técnica se basa en que el 486 carece de funciones modernas esenciales, como el TSC (Contador de Marcas de Tiempo) y la instrucción CX8, necesarias para optimizar el rendimiento del sistema operativo.

Desde hace años, Torvalds promovió la idea de liberar al kernel de las cargas que implica mantener compatibilidad con arquitecturas obsoletas.

La eliminación del soporte para i386 en 2012 ya había sido un paso en esa dirección, y ahora, con el 486, se continúa ese proceso de limpieza.

Alternativas para los entusiastas del retrocomputing

Quienes aún operen sistemas basados en 486 pueden recurrir a versiones antiguas del kernel de Linux o a sistemas como FreeDOS y ArcaOS, descendiente de OS/2.

Algunas distribuciones livianas, como MenuetOS o KolibriOS, requieren al menos un Pentium, por lo que no son opciones viables.

Aunque existen modificaciones para ejecutar Windows XP en 486, su uso sin medidas de seguridad modernas representa un riesgo considerable.

Un legado que no se borra

La salida del 486 del desarrollo activo del kernel no significa su olvido.

Representa, más bien, el cierre de un ciclo que permitió a generaciones de usuarios comprender, modificar y experimentar con sus sistemas.

En informática, como en otras áreas, la evolución exige mirar hacia adelante sin olvidar las raíces.

Con información de Ars Technica.