OpenAI fue objeto de un hackeo, resaltando la importancia de la ciberseguridad ya que son objetivo para los piratas informáticos.
Recientemente, OpenAI ha sido objeto de un hackeo, lo que resalta que las empresas de inteligencia artificial son un objetivo tentador para los piratas informáticos.
Si bien no hay necesidad de preocuparse por la obtención de conversaciones privadas de ChatGPT, este suceso resalta la creciente amenaza que enfrentan las compañías de IA.
Detalles del incidente
Aschenbrenner lo calificó como un “incidente de seguridad importante”, aunque fuentes anónimas de la compañía indicaron que el acceso del hacker se limitó a un foro de discusión de empleados.
Tipos de datos en riesgo
Las empresas de IA, como OpenAI, manejan tres tipos de datos de gran valor: datos de entrenamiento de alta calidad, interacciones masivas de usuarios y datos de clientes.
Estos datos son cruciales para el desarrollo y la mejora de los modelos de IA.
Datos de entrenamiento
Los datos de entrenamiento incluyen enormes cantidades de información recopilada y procesada meticulosamente.
No se trata solo de datos web raspados; se necesita una gran cantidad de horas de trabajo humano para convertir estos datos en material utilizable para entrenar modelos avanzados como GPT-4.
Interacciones de usuarios
Las interacciones de los usuarios con ChatGPT, que abarcan miles de millones de conversaciones, son increíblemente valiosas.
Estas interacciones proporcionan una visión profunda de las necesidades y preferencias de los usuarios, lo que es invaluable para los desarrolladores de IA, equipos de marketing y analistas.
Datos de clientes de OpenAI codiciados por piratas informáticos
Los datos de usuarios y clientes incluyen información que las empresas introducen en los modelos de IA para tareas específicas.
La información pueden ser tan simples como registros internos o tan valiosos como código de software no publicado. La seguridad de estos datos es crucial, dado su alto valor comercial y confidencialidad.
Un recordatorio preocupante
Aunque OpenAI y otras empresas de inteligencia artificial están implementando prácticas de seguridad estándar, el valor de los datos que protegen las convierte en objetivos codiciados para los cibercriminales.
Este caso reciente, a pesar que no causó exfiltraciones graves, es un recordatorio de los riesgos inherentes al manejo de datos sensibles en el contexto de la inteligencia artificial.
Con información de TechCrunch.
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