Un grupo creciente de artistas, escritores y cineastas está argumentando que las herramientas de inteligencia artificial (IA), como los chatbots ChatGPT y Bard, han sido entrenadas de manera ilegal sin su permiso ni compensación.
Esto plantea una gran amenaza legal para las compañías que impulsan esta tecnología a millones de personas en todo el mundo.
Estas herramientas de IA, como ChatGPT de OpenAI, Dall-E y Bard de Google, han sido entrenadas utilizando miles de millones de artículos de noticias, libros, imágenes, videos y publicaciones de blog obtenidas de Internet, muchos de los cuales tienen derechos de autor.
La comediante Sarah Silverman y los novelistas Mona Awad y Paul Tremblay presentaron demandas contra OpenAI y la empresa matriz de Facebook, Meta, alegando que se utilizaron copias piratas de sus libros en los datos de entrenamiento.
Más de 5.000 autores, incluyendo a Jodi Picoult, Margaret Atwood y Viet Thanh Nguyen, han firmado una petición exigiendo que las compañías tecnológicas obtengan consentimiento, den crédito y compensación a los escritores cuyos libros se utilizaron en los datos de entrenamiento.
Se han presentado demandas colectivas contra OpenAI y Google, alegando que estas compañías han violado los derechos de millones de usuarios de Internet al utilizar sus comentarios en redes sociales para entrenar a los chatbots de IA.
Artistas vs IA
La Comisión Federal de Comercio también ha iniciado una investigación sobre si OpenAI ha violado los derechos de los consumidores con sus prácticas de datos.
El Congreso ha llevado a cabo audiencias sobre la IA y los derechos de autor, escuchando testimonios de representantes de la industria musical, Adobe (fabricante de Photoshop), Stability AI y la artista Karla Ortiz.
Los artistas argumentan que los medios de vida de millones de trabajadores creativos están en juego, ya que las herramientas de IA están siendo utilizadas para reemplazar ciertos trabajos realizados por humanos.
El uso masivo de obras de arte, escritura y películas de la web para el entrenamiento de la IA es una práctica a la que los artistas nunca dieron su consentimiento ni consideraron.
Por su parte, las empresas de IA han argumentado que el uso de obras protegidas por derechos de autor cae dentro del ámbito del “uso justo” en la ley de derechos de autor, ya que los modelos de IA no copian explícitamente el trabajo de personas específicas.
En cambio los creadores afirman que existen resultados de IA muy similares a sus propias obras, lo que constituiría una violación de los derechos de autor y obra de forma ilegal.
¿La IA es ilegal al tomar el trabajo de los artistas?
La adopción de herramientas de IA “generativas” está siendo desafiada por estas demandas, quejas y propuestas de regulación. Los artistas exigen consentimiento sobre cómo se utiliza su contenido protegido por derechos de autor.
Esto es parte de un movimiento más amplio a medida que la IA redefine las reglas de Internet.
La IA también ha generado controversias en Hollywood, donde los escritores y actores han declarado huelgas para proteger sus trabajos.
Los ejecutivos de los estudios quieren preservar el derecho de utilizar la IA para generar ideas, escribir guiones e incluso replicar las voces e imágenes de los actores.
Las principales compañías de redes sociales se han aliado con los creadores de contenido, ya que también han visto cómo sus comentarios y discusiones son utilizados para entrenar a los chatbots de IA.
En respuesta a las demandas, las compañías de IA podrían construir filtros en sus chatbots para evitar la reproducción de obras de arte existentes.
Pero la falta de transparencia en los modelos de IA dificulta que los artistas y escritores obtengan una compensación justa por su trabajo.
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