Apostar por talento joven trae consigo beneficios que debe aprovechar las empresas.
¿Qué pasa si las empresas les da el beneficio al talento joven y recién egresado de las universidades?
Primero hay preguntarnos el por qué no se da contratación a las personas que están en un rango de edad entre los 18 y 30 años de edad, seguido de este planteamiento, seguimos a la siguiente pregunta ¿Qué pasa con la calidad de vida laboral? Es necesario porque los millennials se fijan en esta condición; la calidad de vida prima por encima de la estabilidad laboral.
La primera, las empresas desconocen el potencial de los nuevos, creyendo erróneamente que son inexpertos, torpes e inclusive aplicamos a irresponsables. Un calificativo muy común y que además suele menospreciar el talento de los egresados.
La fama que se ha generado por el contenido en redes sociales no significa que sean todo lo anteriormente mencionado. Los millennials tienen el potencial para aprovechar las oportunidades empresariales en el mundo digital, ya que ellos son nativos de esa tecnología. Aparte contamos con su sentido de adaptabilidad de cualquier ambiente laboral y la facilidad de aprender nuevas tecnologías, una gran ventaja competitiva que podría tener cualquier startup, empresa u organización.
Muchas de las cabezas de las corporaciones deben tomar medidas para una mejor apoyo en la remuneración, no solo económica sino también moral, a la par con una calidad de vida laboral excepcional, escuchando sus prioridades y necesidades,, el trabajo del recién egresado es proporcional a los años de estudio que él ha adquirido durante años, lo hace una pieza clave fundamental al momento de la resolución de problemas.
Un dato preocupante, en Colombia somos el cuarto país en América Latina con el salario peor pago, nuestro salario mínimo es de los peores pagos en nuestra región y se debe cambiar radicalmente la percepción de que el recién egresado por ser egresado se pague lo mínimo.
¿Se debe darles la oportunidad a los jóvenes de un buen empleo? Los egresados, son de la población que lidera la tasa de desempleo en el país, seguido de las mujeres. En el caso de ser joven y mujer en Colombia y no tener empleo resulta en una tarea titánica para conseguir un cargo digno, seguido de la discriminación y de la cultura organizacional que se maneje en cada compañía. Cambio que se debe efectuar en nuestros tiempos.
El emprendimiento y el talento joven
La otra opción es el emprendimiento, pero en Latinoamérica resulta complicado iniciar un proyecto, la falta de socios o aliados, de personal, de contactos y de iniciativa hacen el cóctel perfecto para que las ideas de negocio no crezcan y posteriormente fracasen.
Pero no todo está perdido, los gobiernos de la región se han tomado a la tarea de ejecutar un plan de ocupación donde la prioridad sea los jóvenes y las mujeres, personas que difícilmente por su falta de experiencia o por la condición de ser mujeres les es más arduo conseguir un puesto.
Las ventajas de los jóvenes al momento de trabajar es la energía que imprimen y la motivación que generan, los jóvenes tienen las ideas más frescas y conocen perfectamente su mercado, la falta de experiencia lo compensan con iniciativa y proposición.
El gobierno ante la creciente demanda de talentos
El gobierno colombiano por su parte otorga beneficios tributarios al momento de contratar personal joven. El empresario le da la oportunidad de jugar en la cancha y medir el desempeño de cada persona. El talento joven no se debe desperdiciar, al contrario, se debe fomentar, pulir y ejecutar en las tareas que más requieren demanda dentro de la compañía.
Darles la oportunidad a las personas recién egresadas es traer ideas renovadas, frescas, aparte de fomentar la responsabilidad y la comunicación empresarial, no seguir más un manual de procesos e reinventar los puestos corporativos, una razón para evolucionar hacia una mejora en la cultura organizacional.
